Día del encierro andando de Novallas (Zaragoza). La lucha por los orígenes.
La celebración del Día del Encierro Andando de este municipio de la comarca de Tarazona y el Moncayo ha sufrido desde su origen, en el siglo XIX, distintos avatares que han condicionado en unos casos su forma de celebración y en otros la propia continuidad de esta tradición. La esencia de correr los toros a través del campo se mantuvo hasta 1956, año en que se opta por llevar los astados hasta el casco urbano utilizando el camión como único medio de transporte.
Los archivos que se conservan en el Ayuntamiento de Novallas acreditan esta antigüedad de dos siglos. Es el caso del documento que refleja el permiso por parte del Gobernador para que los mozos puedan correr el toro, se tomen las precauciones debidas para velar por el orden y se asuman los gastos necesarios para esta fiesta.
Prohibición
En 1983 se vuelve a las viejas costumbres -en recuerdo a aquel primer traslado a pie de las reses desde localidades cercanas a través del campo-hasta que en 1999 se inicia un parón de cinco años por la prohibición de su celebración. Esta decisión se fundamentaba los problemas que originaban las reses cuando no entraban con la fluidez deseada en el municipio o alguna de ellas se escapaba originando situaciones de peligro, parones o demoras innecesarias. El encierro se retoma con fuerza años más tarde y es declarado Fiesta de Interés Turístico en 2004 por el Departamento de Cultura y Turismo del Gobierno de Aragón tras el proceso impulsado por el Ayuntamiento local.
Un pueblo rico en fiestas
El Día del encierro andando se celebra el 15 de septiembre, festividad de nuestra Señora de los Dolores, y se enmarca dentro del amplio y variado calendario festivo de Novallas, que contempla otras fiestas señeras como las de San Antón, San Blas, La Vieja, la Semana Santa, la Romería de Santipol, San Marcial, la Exaltación de la Cruz y Santa Bárbara. Los miles de visitantes que acuden cada año a esta localidad zaragozana para vivir de cerca el encierro hacen de este día uno de los más grandes de Novallas.
La víspera
En la víspera del día 15, mientras se celebran las Fiestas de la Cruz, los corredores y decenas de caballistas se trasladan al campo por la noche para dirigirse al cerrado donde aguardan los toros. A las ocho de la mañana arranca la jornada festiva y los participantes dan inicio al recorrido desde el Corral de la Dehesa hasta las inmediaciones del municipio, en el término de Millarada. Son muchos los que aguardan el paso de los animales en esta cita multitudinaria, repartidos en grupos por el campo o en las calles de Novallas en medio de un ambiente de enorme expectación. Tras cruzar la carretera N-121 comienza el encierro urbano en Novallas, sobre las nueve de la mañana, que transcurre por un trazado vallado por la calle Ramón y Cajal y la Calle Mayor hasta llegar a la Plaza de San Antón. Una vez allí, los toros vuelven a ser encajonados de nuevo.