Encierros de Blanca (Murcia). De la tradición a la apuesta por la cantera.
Para los blanqueños la celebración de los días de encierros representan los acontecimientos más esperados del año dentro de la programación de fiestas en honor al Patrón de la localidad, San Roque, entre los días 10 y 14 de agosto. Junto a este mes, el de marzo también tiene un lugar destacado en el calendario gracias al ciclo ‘Blanca Villa del Toro’, integrado también por festejo taurinos y actos culturales.
Se trata de una tradición con más de tres siglos de historia en la que las vacas que protagonizaban los encierros han sido sustituidas en los últimos años por utreros debido a las novilladas anunciadas en las fiestas. Aunque nace en 1658, la celebración de los festejos taurinos se remonta a 1591, a raíz de la concesión del privilegio de Villazgo a Blanca por el rey Felipe II. Muchos años después vendría otro reconocimiento no menos importante para el pueblo, el de su declaración como Fiesta de Interés Turístico Regional, el 8 de marzo de 1990.
A estos encierros hay que unir el reclamo de los festejos menores que conforman su feria taurina, con el aliciente de la presencia de novilleros punteros. En estas jornadas de fiesta las calles y la portátil montada en la Plaza del Ayuntamiento (con capacidad para 2.000 espectadores) rebosan de aficionados, mientras se escucha el sonido de las charangas o se disfruta de la gastronomía local en los chiringuitos y establecimientos locales.
En Blanca todos cuentan los minutos para que en el cielo murciano restalle el sonido de los tres cohetes que anuncian el comienzo del encierro, cuando el alcalde llega al corral y se abre la puerta para dar salida a los novillos.
Un recorrido fiel a los años
El recorrido conserva la misma disposición de hace décadas. Tiene una longitud de alrededor de 800 metros, que transcurre por las calles más importantes e históricas de su casco antiguo y desemboca en la plaza principal, donde se ubica la portátil (calles Concepción, Generalísimo, la Plaza de la Iglesia, Pintor Pedro Cano y Federico Server). Llegados a ese punto, los astados son trasladados a su corral para su posterior lidia. Horas antes, muchos de esos aficionados se han levantado con las primeras luces del alba para presenciar la llegada del camión que transporta el encierro y el desembarque de los novillos en las afueras del pueblo, en un corral de la calle Barrio Nuevo.
Certamen Villa de Blanca
Entre las novedades más importantes y enriquecedoras para Blanca destaca la importante aportación que supuso para este municipio la celebración en 2021 del primer ‘Certamen de novilladas picadas Villa de Blanca’, en el que se proclamó novillero triunfador el extremeño Manuel Perera. La feria taurina estuvo integrada por un concurso de recortadores y el citado certamen, formado por dos semifinales y una final, desde el 13 al 16 de agosto. Con ocasión de este Certamen se instituyeron además una serie de premios y distinciones, con el objetivo de reconocer la labor de los triunfadores del ciclo y de los aficionados, toreros, periodistas, clubs y peñas taurinas, que con su esfuerzo, apoyo y trabajo contribuyen a fomentar la fiesta taurina.