El noveno. San Felices de los Gallegos. Una sentencia que sentó precedente.
La realeza y la nobleza juegan un papel determinante en el nacimiento de esta fiesta, que debe su nombre al impuesto (El Noveno) que los pueblos salmantinos de San Felices de los Gallegos, Ahigal de los Aceiteros y Barba del Puerco (Puerto Seguro) debían abonar a la Casa de Alba. Desde el siglo XVI estos municipios estaban sujetos a dicho tributo, consistente en pagar al Duque la novena parte de sus frutos. Esta obligación traía su causa en el señorío que ejerció el primer Duque de Alba sobre estas villas salmantinas tras la disputa por el trono de Castilla entre la futura Reina Isabel I y su sobrina, Juana ‘La Beltraneja. Finalizada la disputa, San Felices de los Gallegos fue entregado al Duque.
La compra a Felipe II de las tierras realengas de su término, por los habitantes de los citados pueblos, desencadena un litigo contra la Casa de Alba con el objeto de abolir el impuesto.
11 de mayo
La carga se mantiene hasta el 11 de mayo de 1852, cuando tras una real sentencia del ‘Superior Tribunal’ rechaza la súplica del duque de Werwik, Liria y Alba y confirma la sentencia de 27 de abril de 1848 por la que los citados pueblos quedaban liberados de dicho pago. De esta forma, San Felices sentaba precedente y se convertía en el primer pueblo de España que se independizaba por la vía legal y de forma pacífica. Para conmemorarlo se declaran tres días de fiesta en la localidad, en los que las capeas y encierros se constituyen ya como uno de los grandes reclamos.
Con el mismo sabor de siempre
Por ello, la fecha del 11 de mayo se conmemora desde entonces y se recuerda, en el contexto de las fiestas, con la celebración de una misa de acción de gracias en la iglesia parroquial, la lectura de la histórica sentencia y el canto del ‘Te Deum’. Se da continuidad con ello a la primera lectura del 27 de septiembre de 1852 y cumplimiento a la promesa realizada entonces por los consistorios de los tres municipios afectados.
Precisamente, ese empeño por conservar el sabor antiguo de los primeros tiempos, de los tradicionales festejos taurinos y del original coso, hicieron merecedora a la Fiesta de El Noveno de San Felices de los Gallegos de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Regional en 2005.
La plaza es, sin duda, uno de los grandes encantos de este municipio. Su originalidad reside en los carros de labranza que la conforman, aportados por los vecinos de esta pequeña localidad. El emplazamiento de los mismos se realiza tras un sorteo previo en el que participan sus propietarios. Sobre los carros se colocan los trillos, los palenques y las banquetas desde las que los vecinos contemplan los festejos.
En el segundo fin de semana de mayo la oferta es amplísima en lo que a eventos taurinos se refiere, ya que los aficionados disfrutan de viernes a domingo de vaquillas, el Toro del Aguardiente, encierros a caballo, capeas, desencierros y clase práctica. Y todo ello rodeados de la alegría de las verbenas y de actos tan tradicionales como el desfile de Gigantes y Cabezudos.