La Vaquilla del Ángel (Teruel). El Torico, convertido en símbolo de una ciudad.
Se trata de la fiesta más importante y arraigada de los turolenses, cuya ubicación en el calendario varía cada año, al celebrarse en el segundo fin de semana después de San Pedro, 29 de junio, o en el fin de semana más próximo a San Cristóbal, 10 de julio. En total, son cuatro días de fiesta (de viernes a lunes) en honor al Santo Ángel Custodio. Todos ellos repletos de actividades con las que se rememora la fundación de Teruel y la leyenda del torico. Entre ellas, el toro ensogado, la suelta de vaquillas y las corridas de toros merecen mención aparte en lo estrictamente taurino.
Origen medieval
Para encontrar el arranque de esta tradición, declarada Fiesta de Interés Turístico Regional en 2016, hay que trasladarse a la época medieval y, en concreto, al 18 de junio de 1397 con ocasión de la visita a Teruel del rey Martín I el Humano. Dentro de las celebraciones en su honor se corrieron dos toros por las calles, de lo que dan fe los documentos de su compra que se guardan en el Archivo Municipal.
La fiesta de los toros ha estado desde siempre muy vinculada a Teruel, de ahí que hayan sido muchos los testimonios, leyendas y teorías sobre su nacimiento. Se trata de una fiesta en continuo crecimiento gracias a la enorme implicación del Ayuntamiento, organismos, peñas, asociaciones culturales y entidades colaboradoras.
Asociación Cultural Interpeñas
En el mayor realce de la Vaquilla juegan un papel esencial las peñas, que en la actualidad son veinte y unen sus fuerzas en la Asociación Cultural Interpeñas. En el artículo 1 del acta fundacional de 1989 ya quedaba claro que su principal objetivo era “lograr unas vaquillas más participativas, uniendo sus esfuerzos con los del Ayuntamiento de Teruel y otros organismos y entidades, así como los de cualquier otro ciudadano que quiera colaborar en la tarea de elevar el nivel de las fiestas y mantener una línea de actividades culturales durante todo el año».
La puesta del pañuelico rojo al toro se ha convertido desde 1982 en el acto más importante y emotivo del arranque de las fiestas, al reunir en la Plaza del Torico a todas las peñas y sus respectivas charangas. El representante de la peña encargada de llevar a cabo esta misión, es aupado por sus compañeros hasta lo alto de la columna para colocar el pañuelo en el cuello del toro, convertido en el símbolo de la ciudad.
El domingo arrancan los eventos taurinos, a las seis de la tarde, con la suelta de vaquillas y la merienda en la plaza. Ya de madrugada, algunos de los toros que se han exhibido en el coso se trasladaran a la Nevera o antiguo matadero para ser ensogados y corridos en la tarde-noche del lunes por el centro de la ciudad. Antes de ello tendrá lugar la Vaquilla infantil, que también se desarrolla por el centro, en la Plaza del Torico y calles cercanas. En el caso de los toros, los astados son llevados con dos cuerdas –soga y baga- desde el antiguo matadero hasta la Plaza del Torico para ser corridos allí.
Museo de la Vaquilla
Se inauguró en 2006 en la Plaza de toros y entre sus espacios se encuentran los dedicados a la Soga y Baga y la Vaquilla del Ángel. Dentro de él hay una mención al Reglamento y Regulación de la Soga y la Baga, de 1992, donde se especifica que la soga y la baga deben ser controladas por un total de 26 miembros, entre los que destaca el puntero y el zaguero. Otra nota característica de estas fiestas son las distintas indumentarias que lucen los miembros de la soga y la baga y los vaquilleros, lo que le da un colorido muy especial a las calles.